Este es el consumo de los electrodomésticos más comunes
Lo primero que hay que entender es que nuestra factura de luz se divide en potencia contratada (los kW máximos contratados) y consumo de energía (expresado en kWh). El kWh es la unidad utilizada para medir el gasto de energía en el hogar.
El consumo medio anual de los hogares en España es de unos 3.487 kWh. De estos, los electrodomésticos llegan a representar hasta el 55,2% del consumo, según datos del Instituto para la Diversificación de la Energía (IDAE).
Consumo promedio
Los electrodomésticos con mayor impacto en la factura de luz de los hogares españoles son los siguientes: - Frigorífico: 662 kWh anuales
- Congelador: 563 kWh anuales
- TV: 263 kWh anuales
- Lavadora: 255 kWh anuales
- Secadora: 255 kWh anuales
- Lavavajillas: 246 kWh anuales
- Horno: 231 kWh anuales
- Ordenador: 172 kWh anuales
- Otros electrodomésticos: 76 kWh anuales
El frigorífico representa más de la quinta parte del consumo eléctrico en electrodomésticos y puede llegar a ¡casi el 14% del consumo total de una casa! Esto se debe a que, a diferencia del resto de aparatos, el frigorífico debe estar conectado y funcionando las 24 horas del día.
Adicionalmente a estos consumos, es interesante conocer que los aparatos eléctricos que están en standby (“en espera” o “en reposo”), es decir, aquellos enchufados pero no encendidos como, televisores o aires acondicionados cuando no los utilizamos, consumen en conjunto unos 231 kWh anuales en promedio, llegando a representar más del 10% del consumo eléctrico de una vivienda.
Para intentar aminorar el gasto energético de nuestros electrodomésticos debemos ser cautelosos en su uso y no dejarlos encendidos o incluso en stand by innecesariamente. Otra medida que deberíamos de llevar a cabo es que, cuando debamos renovar un electrodoméstico, nos fijemos en la etiqueta energética que tiene. Esta es un certificado de eficiencia energética que cataloga a los aparatos desde “G”, o menos eficiente, hasta “A”, la calificación más eficiente.
Según las regulaciones europeas, los electrodomésticos que están obligados a tener una etiqueta energética son el frigorífico, el congelador, la lavadora, la secadora, el lavavajilla, el horno eléctrico y el aire acondicionado, que coincidentemente son algunos de los aparatos que más consumen en nuestra casa.
Además, debemos recordar siempre que para determinar nuestro consumo debemos de tener en cuenta, además de la potencia que necesita determinado electrodoméstico, el tiempo que lo utilizamos, ya que nuestro gasto en electricidad dependerá del uso que demos a nuestros aparatos eléctricos según nuestros propios hábitos.